sábado, 11 de octubre de 2008

El arte y el zen, la totalidad? o el vacio?


En los pueblos antiguos, cuyos testimonios existen aun vivientes en Oriente, las artes tradicionales conducen a una Vía que permite al ser humano, al precio de un aprendizaje largo y difícil, profundizar su experiencia de la realidad y de el mismo. Poco a poco el principiante descubre las leyes que rigen las fuerzas sutiles con que la vida esta tejida, y aprende que la calidad de sus obras depende del dominio de si mismo, de lo que el es. Como dijo un amigo: su forma exterior es el soporte de una metamorfosis interior.



En el Japón existe la Vía de la caligrafía (sho do), la de la ceremonia de te (cha do), la del arreglo floral (ka do) , de hecho, una Vía para cada arte antiguo. El arte del combate no escapa a esta regla. El budo designa el sendero que da vueltas en el corazón de las artes marciales. Esta Vía del combate es empinada. La presencia del adversario exige la presencia de si mismo en cada gesto, que es así una cuestión de vida o muerte.


Un fallo en la concentración, un desequilibrio entre el cuerpo y el espíritu no perdonan en un combate real y representan un gran riesgo en los entrenamientos, como así también la falta de eficacia en la vida cotidiana. Rápidamente se descubre que el adversario mas peligroso no hay que buscarlo en otra parte mas que en si mismo. La Vía del combate adquiere así un sentido diferente, en la actualidad, es el verdadero sentido.



Dojo significa en japones "el lugar de la Vía". En el se practica el budo. Equivalente a un templo, el dojo es un lugar sagrado en el que se recibe una enseñanza, en el que uno se ejerce y se regenera.

Pero el budo, repiten los Maestros, no se practica solamente en el dojo. Es un arte de vivir que se experimenta a cada instante. El verdadero dojo, dicen los Maestros, es el que el discípulo debe construirse en su corazón, en lo mas profundo de si mismo.

Sin duda, Musashi fue mas celebre en su tiempo por su talento como calígrafo que por sus hazañas con el sable. ¿ Un consumado artista en la piel de un consumado guerrero? Nos parece una doble realidad, difícil de suceder, a no ser que el arte de hacer brotar el movimiento sea equivalente al arte de hacer brotar el sable.


Vamos a juzgarlo nosotros, la practica del sumi-e (foto de arriba para referencia) en la que Musahi sobresalia, consiste en trazar con un movimiento libre y espontáneo un dibujo sobre una finisima hoja de papel de seda. Este papel tiene la propiedad de absorber la tinta como un secante, y, por otra parte, el pincel, relativamente espeso (salvo los que le me mostró una monja en Bs. As. en medio de una Zeshin, nunca vi pinceles tal, incluso los que venden en las casas de los chinos no se parecen), se empapa de tinta, por lo que el gesto debe ser necesariamente ligero, aéreo y espontáneo, un movimiento infalible, como dijo la Monja, sin macula en el sentido literal del termino, ya que el menor desfallecimiento queda inmediatamente sentenciado con una mancha y anula el dibujo.


El arte del sable, como el sumi-e, se convierte en el arte de apurar hasta el limite, de dejar surgir no ya la acción-pensamiento, sino, me animaría a decir, el mismo soplo del pensamiento. Se trata de actuar no sobre el objeto, sino sobre el alma, o el espíritu del objeto.

De hecho no hay mejor manera de aprender cualquier cosa que cumpliendo la unidad sin fin y sin fondo de todo arte y obrando no con una parte, sino con todo el ser.

Sin duda por eso Musashi, gran fenómeno de las ARTES (para Zeta), practicaba la caligrafía, que esta considerada como el séptimo arte marcial.



Por la misma razón, el budismo zen ve en el sumi-e y la caligrafía una ilustración y una practica de la acción sin pensamiento que le caracteriza.

La analogía entre el combate consigo mismo y el combate contra la hoja de papel es una fuente infinita de practica y reflexión. Si lo indefinible, lo que, fuera de todo análisis, es, restituye el fondo de la realidad, el sumi-e y la caligrafía son unos de los mejores ejercicios para hacer aparecer la naturaleza del vacio como la única realidad concreta.



Sin intención de encerrar al Budo, (como termino genérico de todas las artes marciales vinculadas intrínsecamente al Zen), en función de considerarlo una de las mejores y mas completas herramientas para el crecimiento integral del ser humano, voy a decir que he comprendido muy poco (siendo optimista), comparado con lo que he practicado, pero aun así puedo decir que la única manera de tratar, es haciendo, no hay otra manera, aunque suene redundante, a menudo no nos damos cuenta, y siendo duro en mis palabras, en estos temas si bien todo el mundo es libre de opinar, y me gusta que opinen, uno nunca sabe quien va a decir algo que nos ilumine un poco mas, para saber y hablar hay que experimentar.

32 comentarios:

María dijo...

Totalmente de acuerdo, para saber y hablar hay que experimentarlo, y es que yo no puedo decirte nada al respecto porque no he practicado el Zen, aunque he oido hablar de ello porque un amigo mío me lo ha comentado, y parece ser que practicándolo con profunda reflexión es como se obtiene un equilibrio y paz interior,te sientes más vital y con más entusiasmo, pero siempre y cuando se practique íntegramente y se esté por unos minutos en ese mágico mundo.

Me parece todo ello un verdadero arte.

Un beso y feliz domingo.

The Master dijo...

Muchas gracias.
Un beso

pelerin dijo...

Las imágenes son una belleza Master. Ya no sé si criticarle o incentivarle su apego a la forma.

The Master dijo...

No entendio lo que escribi

pelerin dijo...

Va anécdota de la zzkai con respecto al sumi-e y sho-do.

Cuenta sempai gonzalito que allá en Chozen-ji (Hawai), les hacían dibujar sobre hojas de diario con unos pinceles enormes. Un día vienen los monjes (cada uno tiene su propio monje que se le sienta enfrente y lo corrige o le da un par de sopapos según cómo haga uno las cosas) y les dicen: "Hoy tienen que dibujar una línea recta al mismo tiempo que hacen una profunda y fuerte exhalación con el hara". Y todos van y hacen eso una y otra vez hasta que el monje correspondiente deja de darle sopapos y le acepta el garabato.

Al rato aparece el Roshi (el abad del templo) y mirando esos trazos delineados sobre un períodico viejo, comienza a describir -sin equivocarse ni una vez- los razgos mas sobresalientes de la personalidad de cada uno de los autores. Luego cada dibujante es presentado ante el Roshi, quien recién entonces conoce la apariencia de los responsables de los trazos.

Aquella monja en BsAs, le hizo entrega de un tesoro, Master. Nunca es la mano la responsable de la mácula en el papel.

The Master dijo...

Ahora si entendio

The Master dijo...

El 25 en la cena le comento un poco mas sobre el seudo desprendimiento de la forma que dicen tener algunos Maestros, y de la realidad del verdadero Ku.
Lo primero que lei sobre artes marciales, alla por el año 1985 fue la famosa frase de Bruce Lee donde el ploclama al individuo por encima de las formas, donde como desarrollo del concepto dice que la forma, primero se estudia, se analiza concienzudamente con la mente, cuerpo y espiritu, para luego abandonarse a ella, con la la esperanza de haber hecho las cosas lo suficientemente bien para darle vida a la nueva forma, aquella que surge del inconsciente profundo, con naturalidad, con mushin, y mas.
Le hago una pregunta, si bien hay una cantidad de artes que estan vinculadas al zen, o sea que todas buscan el satori o como guste llamarlo por medio de determinadas "formas", el zazen no es otra forma para alcanzar eso?, no olvidemos que es el zen practicado sentado, como karate es en movimiento, como ka-do en la belleza. Otra; porque cuando voy a practicar zazen, me pongo una hakama(forma), para entrar al dojo saludo en gasho(forma), sabuto y zafu (forma), vuelvo a saludar para sentarme(forma), cuarto, medio o loto completo, en deteminado lugar del sabuton(forma), las manos-posicion y agarre determinado(forma), menton recogido, lengua contra el paladar, mirada apunta a un punto fijo(forma), espalda recta, kokyu, hara, ano contraido, ki, hombros relajados, codos semi-abiertos(forma), campana, taku y kyosaku(forma),sutra, mokuyo(forma), no sera acaso que dependamos de la forma para alcanzar Ku?
Esperando su consejo para iluminarme.
The Master.

Anónimo dijo...

shiki soku ze ku
ku soku ze shiki

no?

pelerin dijo...

Es así como ud. dice, Master.
Zazen (y Kata, y Sutra) son formas para acceder a mushin. Y Mushin es forma de acceso a satori, que no es otra cosa que ver la esencia de las cosas.

Una vez alguien me dijo (ya sabe quien) que "el conocimiento suma, pero la sabiduría resta..." y es que sólo quitando todo lo accesorio se llega a ver con claridad la esencia de las cosas.

Y sí, la forma es imprescindible para llegar al fondo, a la esencia, pero una vez allí hay que saber dejarla atrás, hay que saber desprenderse de eso que ya no es más necesario.

pelerin dijo...

Tambien es así, Sokón, tambien es así.

Master, no espere de mis consejos para iluminarse, porque va a tener que esperar muchiiisimo tiempo.
Tal vez, en lugar de consejos, le vendrían mejor unos conejos -de esos bien raros- que Sokón suela sacar de su galera ;)

Al final, ¿es cena o asado?

pelerin dijo...

Donde dice suela debió decir suele...

Zeta dijo...

La observancia de la forma apunta a la repetición ritual. Esta repetición ritual, que se celebra una y otra vez sin saber por qué ni para qué, sólo porque sí (sí, dije eso; solo porque sí; y al decirlo estoy haciendo referencia al modelo de práctica de okr, dónde todo hay que entenderlo); esa repetición ritual, decía, libera al espíritu de la tendencia racional que lo domina naturalmente.
Eso es lo que creo en este momento.

Para eso sirve la forma. Para desprenderse de la razón. Una vez que la razón no gobierna al espíritu, éste comienza a experimentar otra forma de conocimiento, otra forma de saber. Una forma inefable, pues si fable fuera, volvería a ser intelectual.

Me parece que la práctica de kata, por ejemplo, debería parecerse más la celebración de una misa en latín, que al análisis ingenieril de los movimientos. Pero hoy no me atrevo a afirmar nada. O mejor dicho, lo que hoy afirmo puedo negarlo mañana.

Quizás su amigo tenga razón, Master, sin embargo, esa dualidad exterior-interior, aunque a veces parezca acercarle un poco de lumbre, no hace sino lo contrario ni bien se empeña en ella.
Su transformación es de usted. No es ni interior ni exterior. Pero al hablar de usted, también se plantea una dualidad, una separación. La transformación es del Universo. La transformación es del Uno. (En cada acto exterior que ud. hace, está obrando sobre el Uno; si quiere verlo así; pero no se arredre. El Uno también obra sobre ud.)

Musashi es mi ídolo sí. Y dibujaba porque le gustaba y se aburría de rascarse en la montaña, lejos de los problemas de la gente con problemas. Esa es la verdad.

Repetir sin repetir. Ese es el secreto.

Una pregunta, Master: por qué la ceremonia del té no necesita enemigo para elevar el espíritu del practicante? o lo hay? (es una pregunta sincera)

Anónimo dijo...

Yo voto por asado al pan.

Mis conejos raros se fueron a la mierda. Lo ultimo que me dijeron antes de irse en medio de una orgía reproductora de CDs, fue algo sobre Fibonacci.

Ahora sueño cosas en oniricosvarios.blogspot.com donde soy invitado, lo mismo que acá.

Impresionante lo de poder conocer el carácter de alguien a través de sus obras. Por ahí leí que uno siempre percibe las cosas, pero no siempre se da cuenta de lo que percibe. En ese vaciado de las distorsiones está el kara de karate, no?

The Master dijo...

Coincido con usted Pelerin,aunque falta el desarrollo de un punto que lo dejo para el Asado.
Zeta, muy buena opinion, sobre su pregunta, no puedo hablar sobre lo que no he experimentado, solamente he presenciado, escuchado y leido.
Por lo que he leido, si, tienen oponente, la historia del samurai que reta a combate a un Mastro del Te, esta muy buena, yo tengo un libro sobre el tema, se lo presto.
Ojala algun dia estemos tan alla y aca de las formas que con mirarnos nuestros espiritus se comuniquen.

The Master dijo...

Mas le digo, sin mirarnos, nuestros espiritus se comuniquen

Anónimo dijo...

Master, que curioso. El otro día sin ir más lejos yo pensaba que si uno se abre por completo con ejercicios de misogi quizá pueda sentir en el corazón el corazón de alguien más.

Ese pensamiento me consoló una tristeza rara que sentía.

Zeta dijo...

Claro. De ahí surge la misoginia, que prescinde de toda comunicación con el otro.

Zeta dijo...

Me gusta el sumie impresionista que puso al final de todo.

Zeta dijo...

El impresionismo es zen?

astllr dijo...

estimado Master, de gran utilidad me fue su texto para comprender algunas características del arte oriental, o del camino del arte o del arte como camino, no quiero caer en un juego de palabras, pero quiero hacerle algunas preguntas que me surgen y que me permiten establecer algunas conjeturas y posibillidades respecto a mi propio camino.

Sobre el peor enemigo, o el mejor, (según el caso) como uno mismo, lo entiendo y estoy de acuerdo. Pero me pregunto si el error o desinteligencia en un entrenamiento no se paga demasiado caro a veces. Digo esto porque la vida real es tanto más dura. Aunque en esto sólo puedo darle la razón, en el sentido de que la experiencia es la mejor consejera y lejos estoy de adquirirla.

Por el momento voy a entrar solamente en la pintura, porque es la que me resulta más accesible y mi pregunta va dirigida a lo siguiente. ¿Se entiende que la trascendencia o prescindencia de la forma a través de la repetición de esa misma forma lo pone en contacto, o lo integra, al Uno, según lo que agrega Z?

En ese sentido me pregunto, y les pregunto a ambos: ¿el arte oriental se caracteriza precisamente por prescindir de toda originalidad o "marca" individual? En otras palabras, ¿dos grandes artistas serían idénticos o, por lo menos, indiferenciables? Esto me resulta curioso.

En el arte occidental, y principalmente como marca central de todo arte moderno, lo que se destaca como principal es la falla, el error, "la mácula", que es justamente lo que marca la dimensión humana del artista, la herida abierta y expuesta, el conflicto, la tensión insoportable. Puedo inferir que, de acuerdo al oriental, el arte occidental moderno sería precisamente la distancia respecto al Uno (no lo afirmo, sólo lo planteo).

Otra pregunta. Existe en Montevideo algún centro de enseñanza de meditación, del tipo que sea, que pueda Ud. aconsejarme?

Anónimo dijo...

"Ojala algun dia estemos tan alla y aca de las formas que con mirarnos nuestros espiritus se comuniquen."

Sería terrible, Master. Ese día los individuos dejarían de ser individuos. La gracia está justamente en que nuestros espíritus no se puedan comunicar.

The Master dijo...

Querida candelaria; una cosa no tiene que ver con la otra, perdon, si, tiene que ver, pero no se corrompe nuestra individualidad por percibirnos con nuestros espiritus.

Anónimo dijo...

Yo en tu lugar no estaría tan segura, Master. Los vínculos tan estrechos son peligrosos.

The Master dijo...

En toda relacion, cuanto mas cerca, mas riesgos se corren, pero de eso se trata, sin dolor, no hay ganacia; nunca el precio es elevado, cuando el valor de lo alcanzado sastiface nuestro espiritu(no la saque de los limites de la cordura).
Por suerte usted esta del otro lado del charco.
Saludos.

Anónimo dijo...

Tiene razón, aunque todo depende de que es lo realmente se quiere ganar.

Lo que no entiendo es por qué dice ud que es una suerte que yo esté del otro lado del charco, mi estimado Master?

Zeta dijo...

Para que surja la individualidad, debe primero borrarse toda marca individual.

The Master dijo...

Amen

astllr dijo...

comprendido, muchas gracias

Zeta dijo...

Es insospechada la cantidad de centros de Meditación que existen en montevideo. Haciendo uso de sustancias. Ensayando diferentes respiraciones. Distintas posturas. Tal como «La casa de los cincuenta mil hermanos» de Fabregat Cúneo.

Pero es parte del camino encontrar el suyo, astllr. Tome con ese espíritu las recomendaciones que vaya a recibir.

Anónimo dijo...

Pocas cosas más eróticas que las monjas zen (jóvenes). Al respecto, está la película argentina 'Un Buda'.

pelerin dijo...

Je, la clochette (campanita)...

astllr dijo...

gracias de nuevo, zeta. Con respecto a su pregunta sobre el impresionismo, mi respuesta es no, pero casi. Pollock, ese sí (ahora que pienso, las repeticiones son centrales en su obra).