domingo, 18 de enero de 2009

Sokaku Takeda: el Maestro de Morihei Ueshiba

Es en la isla de Hokaido donde se encuentra por primera vez con el maestro Sokaku Takeda, cabeza del Daito Ryu Aikijutsu, la cual era una escuela que guardaba una tradición marcial de varios cientos de años.


Ueshiba pidió permiso a Takeda para ser su alumno y es así como se inicia una duradera amistad y un periodo de práctica muy representativo en el posterior surgimiento del Aikido que conduce a que Ueshiba obtenga el título de instructor oficial de Daito Ryu.


Takeda Sokaku Minamoto Masayoshi, perteneció a la legendaria casta de los samurais. Sus familiares y amigos murieron durante la guerra civil de la Dinastía Meiji.


Durante ésta guerra fue un estudiante de la escuela Daito Ryu Aiki Jitsu, de la familia Genji. Por ser el último representante de esta escuela y experto en este arte, no pudo cometer el suicidio ritual de los samuráis ante la desaparición de su casta, lo cual debió haber hecho cuando se ordenó a sus familiares quitarse la vida.


Así que por respeto a su maestro tuvo que buscar a un digno sucesor y creyó que tenía la obligación de vengar la muerte de su familia y amigos.La nueva era Meiji no era propia de un samurai, ya que el emperador había prohibido el portar armas por la calle.


Pero Takeda Sokaku era muy hábil y se las arregla para seguir siendo un samurai sin exponerse a ser detenido. Despreciando la vestimenta a la moda europea, su ropa consistía en un keikogui (traje de entrenamiento) decorado con las insignias de su familia.


Takeda nunca rechazaba un duelo y la costumbre Kirisute Gomen (matar a cualquier persona que actuara en contra de la moral del Bushido, es decir, que le faltara el respeto a él o a otros) le trajo muchos problemas en su vida. Por ejemplo, se dice que cuando había cerca de su camino alguna pandilla de bandidos, en vez de alejarse, se desviaba para poner en orden a los maleantes, así, Takeda Sokaku se sentía responsable, por ser samurai, de proteger a las clases humildes de los pueblos cercanos.


Por ser samurai, Takeda no podía ganarse la vida más que peleando (tenía prohibido hacer cualquier otra cosa por el código Bushido). Enseñó el Arte del Daito Ryu Aiki Jitsu, y así además de ganarse la vida enseñando, buscaba un sucesor digno entre sus amistades.


En su retiro (por el año 1915) Takeda entrenaba e impartía clases a unos cuantos elegidos.
Su eficacia empieza a ser casi legendaria, consiguiendo formar a excelentes peleadores.
Sin embargo, ninguno le parece digno de ser su sucesor y de enseñarle todos los secretos de su arte.
Pero una tarde, mientras descansaba, vio a un joven de 32 años de edad, en un viejo albergue de Hokaido, quien impresionó al viejo samurai.


Éste se da cuenta que por primera vez alguien podría derrotarlo (Takeda tenía 60 años en aquel entonces).
Así convirtió a este joven en su alumno y en tan solo cinco años se volvió el “Memkyokaiden” (término japonés que significa “al que le han enseñado todo”) de la escuela de Takeda.
El alumno pronto superó al maestro.


Así comienza otra leyenda de las artes marciales; este joven no era otro sino el mismísimo Morihei Ueshiba, futuro creador del Aikido.
Durante su entrenamiento con Takeda, Morihei Ueshiba parecía haber olvidado todo lo demás, lo invitó a su granja en Hokaido a vivir en donde lo cuidó con gran abnegación.


Ahí fue donde Morihei aprendió la importancia de hacer siempre el bien a los demás, pues a pesar del respeto que sentía por su maestro, también le tenía lastima porque siempre estaba en guardia, esperando a su enemigo, temiendo por su vida, pero Morihei había ganado su confianza y trató de hacer de la vida de su maestro lo mas tranquila posible.


Hasta sus últimos días Takeda Sokaku actuó con cautela, cuidándose siempre de la venganza de alguno de los aliados de los que mató.
Durante todo este tiempo, Morihei sentía en la práctica de las técnicas del Budo algo mas allá de la eficacia de éstas, eran como relámpagos de algo más grande que todo lo demás; pero solo en eso se quedaba, en resplandores aun indescifrables para él. Al oír sobre la enfermedad de su padre, vendió todas sus propiedades en Hokkaido, y le dejó el dojo a Takeda.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

excelente post!!

master, por este tipo de cosas (estos posts por ejemplo) ud. siempre ha sido mi inspiración para investigar en la historia y la filosofía de las artes marciales

por eso -entre tantas otras cosas- le estoy eternamente agradecido

pelerín: un samurai dice la verdad aunque por ello sea tachado de alcahuete :-)

pelerin dijo...

Muy bueno Master, me despertó el interés por investigar más sobre la historia de Takeda.

The Master dijo...

Fenomenal, mis queridos discipulos